domingo, 28 de junio de 2015

¡Llegaron las vacaciones!


              ...Y antes de que nos diéramos cuenta, el curso se terminó y ya tenemos un pie puesto en Primaria. Muchos de vosotros me habéis preguntado por libros de verano para trabajar, o qué tipo de actividades podríais hacer con vuestros hijos en estos dos meses largos de vacaciones. Por aquí os iré dejando una batería de actividades, no sólo de lectoescritura, sino de todo tipo. Como os he dicho a muchos, toda estimulación siempre viene bien, y aunque no es necesario hacer deberes este verano, siempre es recomendable hacer actividades con ellos que les hagan utilizar la cabeza, pensar, ser creativos y no desconectarse del todo de lo que han aprendido hasta ahora. Además, al realizar estas actividades que os iré proponiendo estaréis dándole lo mejor que le podéis dar a vuestros hijos: un poco de vuestro tiempo para hacer algo juntos. Intentaré poneros varios tipos de actividades cada cierto tiempo, y ya sabéis que las podéis adaptar y modificar como mejor se os ocurra. Para el acompañamiento cuando leen y escriben, os recuerdo que hay una presentación en la que indicaba cómo podéis hacerlo en la siguiente entrada de blog:  http://unaclaseconvistas.blogspot.com.es/2014/09/comienza-el-curso.html

POSIBLES ACTIVIDADES PARA HACER EN VERANO (I)

1.- Recetas locas: La idea es simple: Cogemos un catálogo de supermercado e invitamos al niño a hacer una tarta, una ensalada o un sandwich... lo que se le ocurra, pero con una condición: Tiene que salir un plato imposible, algo divertido... La receta se realizará recortando los ingredientes y poniéndolos juntos en una lista. Haremos la primera receta con ellos para que vean a qué nos referimos. Por ejemplo: Ensalada de Tomates, ojos y relojes. Recortamos de los catálogos todo tipo de ojos, tomates y relojes y hacemos un collage. Después invitamos al niño a escribir la lista de ingredientes, e incluso si se atreve los pasos a seguir. Por ejemplo: Ingredientes: 3 Kilos de tomates, dos ojos azules, dos marrones y dos verdes, tres relojes de oro. Preparación: Se cortan los tomates, se le pide a una bruja que nos consiga tres pares de ojos y cogemos tres relojes del cajón de la abuela. Se mezcla todo y... ¡Listo para comer!. NOTA: En función de la capacidad de escritura del niño, será más recomendable que sólo escriba él la lista de ingredientes y la preparación la escribamos nosotros, dictada por ellos.

2.- ¡Así no era el cuento!: Esta actividad es muy sencilla. Cogemos un cuento clásico o que el niño o niña conozca de sobra, y lo leemos hasta la mitad. Entonces le proponemos que cambie el final, que se invente otro totalmente disparatado. Si no se le ocurre nada, le hacemos preguntas para que se plantee el final alternativo, por ejemplo: "¿Qué pasaría si Caperucita llega a la casa de la abuelita antes que el lobo, y decide disfrazarse ella de abuelita?" "¿Qué pasaría si la Cenicienta fuera muy despistada y fuera a la fiesta sin zapatos, o si decidiera al final no casarse con el príncipe y poner una tienda de zapatos?" Una vez que hayamos hecho un final alternativo (o el cuento entero), hacemos un dibujo con el final alternativo y lo escribimos. Esa página puede dejarse dentro del cuento, para recordar siempre los dos finales posibles.

3.- Retrato robot.: Le decimos a nuestro hijo o hija que vamos a jugar a los policías, y le explicamos qué es un retrato robot. A continuación le invitamos a que ellos sean los retratistas, y nosotros el testigo que describe a la persona o monstruo. La idea de describir a un monstruo es para poder incluir lo que queramos: Tres ojos, dos cuernos, siete dientes... Al describirle lo que tiene que dibujar podemos utilizar formas geométricas, cantidades, colores, orientación espacial... Por ejemplo: El monstruo tenía tres ojos circulares, con una nariz ovalada, y una gran boca grande con diez dientes triangulares, cinco arriba y cinco abajo. La cabeza está cubierta de pelo azul y tiene dos orejas puntiaguadas a la altura de los ojos y un enorme cuerno en lo alto de la cabeza... Podemos jugar también a describirles el monstruo que nosotros hemos dibujado previamente (un monstruo o cualquier otro dibujo), y luego compararlos. Al final se le puede poner un nombre y un par de características que el niño se invente: qué come, dónde duerme...

4.- Actividades cotidianas: Aunque éstas os las he dicho otras veces, no viene mal recordarlas. Ya sabéis que cuando utilicemos los números con ellos o cuando escribamos debemos procurar que sean o bien en situaciones funcionales o de juego como en las actividades anteriores. Dentro de las situaciones funcionales, tenemos las siguientes: escribir una lista de la compra, una nota a papá o mamá para cuando llegue a casa, escribir una postal a alguien (Se puede escribir a medias, una parte dictada por el niño y escrita por vosotros y otra escrita directamente por el niño), una felicitación de cumpleaños, escribir en un buscador de internet la palabra que queremos buscar, o en un servidor de vídeos el nombre del vídeo que queremos ver, apuntar el teléfono de algún familiar y llamarle, etc...

De momento os dejo sólo estos cuatro ejemplos, ¡espero que os animéis y realicéis alguna!